Carmena adjudica a dedo a una asesora municipal íntima suya el proyecto de una nueva biblioteca

La concejal de Cultura y de Deporte de Madrid, Celia Mayer, ha presentado este martes el proyecto de una nueva biblioteca en el barrio de San Fermín. Mayer lo ha vendido como un proyecto de participación ciudadana con centenares de vecinos implicados. Pero el registro de contratos menores demuestra que, inequívocamente, se ha adjudicado a dedo un contrato al límite legal de 17.000 euros a la sociedad limitada de una asesora con sueldo público.

Tal como ha podido comprobar OKDIARIO, en el Portal de Transparencia, con fecha de 30 de octubre de 2015, aparece el concepto «Proyecto Arquitectónico de la Biblioteca Municipal de San Fermín» para la sociedad limitada Grupos de Estudios y Alternativas 21 (GEA 21)

En total, el importe de la adjudicación con el IVA incluido se sitúa en la cifra redonda de 17.000 euros. Una vez más Ahora Madrid esquiva el límite legal para este tipo de contratación pública.

Entre el equipo de Grupos de Estudios y Alternativas 21 SL, tal como aparece en su web, está la abogada María Naredo Molero. Se trata de una asesora municipal con sueldo a cargo de los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid. Tiene nivel 28, como dice el Portal de Transparencia, lo que se traduce en que cobra al año 55.000 euros.

La vinculación con la alcaldesa Manuela Carmena es clara. Han coincidido en la asociación Jueces para la Democracia y sus eventos. Por ejemplo, en abril de 2006, Carmena y Naredo coincidieron en una ponencia para dar a conocer el Balance de la aplicación de la Ley de violencia de género en la Comunidad de Madrid.

Otros integrantes de la sociedad agraciada con los 17.000 euros también han coincidido con la alcaldesa Carmena y el equipo de Gobierno de Ahora Madrid. Por ejemplo, Marta Román Rivas, también integrante de Grupos de Estudios y Alternativas 21 SL, participó en un evento en el Ayuntamiento con la presencia de la exjueza Manuela Carmena. Debatieron en una serie de diálogos abiertos sobre el modelo de ciudad para Madrid.

Puesta de largo

Celia Mayer ha presentando por todo lo alto esta iniciativa que califica de “un proyecto piloto que permite plantear una nueva forma de repensar los equipamientos culturales”. Afirma que esta biblioteca en el distrito de Usera ha sido elaborada por la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo en base al proyecto participativo en el que 400 personas, entre vecinos y técnicos municipales, han consensuado el trazado del edificio, la distribución de usos o el diseño de la fachada.

En el salón de ruedas de prensa institucionales en el Palacio de Cibeles, Celia Mayer ha subrayado la importancia que tienen los procesos participativos en la nueva política cultural. “Este es un ejemplo de coordinación entre la administración y la ciudadanía, un proyecto piloto que permite plantear una nueva forma de repensar y concebir los equipamientos públicos culturales”, ha destacado la edil de Ganemos Madrid.

Ha destacado que juntos han acordado «el trazado de la geometría del edificio, la distribución de usos y actividades dentro de la biblioteca…». En la nota de prensa, paradójicamente, ni se menciona a Grupos de Estudios y Alternativas 21 SL. Las obras empezarán en la primavera de 2017 y tras 18 meses, se inaugurará en diciembre de 2018.

El Consistorio señala que la distribución de los espacios va «de mayor ruido a silencio de manera progresiva», tal como han consensuado. Va de la llamada “planta de los susurros” en el primer piso, el ático para la concentración y aislamiento, la «planta de charla» o el sótano para «ensayos, grupos de debate, música, además de un espacio de gestión vecinal con entrada y horarios diferenciados de la biblioteca».

Otro de los frutos que, dice, surge de la participación vecinal es “la biblio-plaza”. Un lugar cultural donde leer, crear, estar, donde proyectar cine de verano, hacer teatro bajo los árboles, jugar o comer, jugar a juegos de mesa o trabajar con el ordenador, etc.

El Ayuntamiento señala que la cronología oficial de los trabajos fueron de la siguiente forma. En 2015, el Consistorio aprobó la construcción en un determinado solar. En septiembre se formó «un grupo motor», integrado por técnicos municipales y vecinos, cuya primera labor fue cartografiar los recursos del barrio y detectar todos los colectivos que deberían estar representados.

Se realizaron talleres en el colegio y en el albergue del barrio para recoger la opinión de niños y jóvenes. Igualmente hubo actividades especiales en las fiestas vecinales o la utilización del tradicional “bibliocarro” como buzón de sugerencias. En una segunda fase empezó el trabajo de los técnicos municipales. Concluyen que ha sido un proceso de “ida y vuelta” entre técnicos y vecinos hasta «llegar a una solución que todos los que han participado en este proceso sienten como propia».